LA VERDAD DEL ESPÍRITU

Tiempos de violencia y desencuentros son los que actualmente vivimos,las causas son diversas pero todas convergen en un mismo origen la ignorancia del espíritu. La oscuridad campea a sus anchas entre los individuos y la disparidad de pensamientos en vez de converger hacia un  sano intercambio de ideas deriva en un grotesco suicidio de la libertad.
La falta de humanidad entre los pueblos es evidente y la consecuencia de ello son las guerras,pandemias y sufrimiento en general,con todo esto se augura peores tiempos por venir.
Dialogar con sentido común es la receta para que la paz llegue a los corazones,el problema es que el sentido común es un don que muy pocos espíritus tienen en el planeta tierra, la mayoría se dejan dominar por intereses personales banales a lo que acompaña un egoísmo destructivo.

Se buscan hombres y mujeres con sentido común que abanderen el dialogo constructivo y con ello crear un presente mejor, nada que no provenga del diálogo es bueno, el espíritu del amor está deseando conquistar almas y quién trabaje por ello encontrarará la verdadera esencia de la vida.
Luchando contra las injusticias desde la paz se dominará  el ego violento de los seres que valoran mas la materia que el espíritu,el secreto está en desvelar la verdadera esencia del amor y en hacer comprender lo poco que dura lo material en el paso fugaz del alma eterna por la tierra.
El espíritu sobrevive y el cuerpo queda abandonado en tierra hostil,esa es la realidad esclarecedora del universo,de ello hay que ser consciente y muy pocas almas en la tierra lo son.
Hay un solo Dios se llama amor en el convergen todas las ideas nobles,todos los buenos principios y todas las grandes almas,el amor nunca llama a la violencia solo crea felicidad.
Muy pocos sopesan lo que el amor ofrece y se dejan llevar por la triste y falsa realidad que crea  el espíritu engañado por pensamientos extraños, pierden la oportunidad de sentir la  paz que ofrece el amor y a cambio se autodestruyen en falsas esperanzas  que ofrece el egoísmo material.

A veces cuesta cargar con la felicidad porque la tristeza es una enfermedad arraigada desde la mentira, es una paradoja verdad tener a la mano la felicidad que nos hace libre y escoger la tortura que ofrece  el egoísmo materialista.