CUANDO EL PODER ECONÓMICO CIEGA EL ESPÍRITU

El poder material es efímero, la acumulación de poder y riquezas en una forma desproporcionada anula los sentidos espirituales y hunde al ser humano en el vacío mas absoluto,la generosidad con los que mas lo necesitan abre las puertas de la realidad espiritual y fortalece al espíritu en la verdad.
La humildad abre las puertas a la felicidad y atrae seres afines a esta felicidad.Con esto no quiero decir que una persona que es poderosa esté condenada a la infelicidad, porque la infelicidad no la provoca el poder que tiene,la infelicidad es producto de la  ingratitud con Dios por no gestionar de una manera generosa su poder material,pensemos que en la tierra todo es efímero y pasajero.
Algunas personas tienen tal acumulación de riquezas que les sobraría para vivir en lujos durante miles de vidas,esto es una aberración ante la grandeza de Dios.
Es un egoísmo tan ciego el que padecen algunas personas que viven bloqueadas toda una existencia creyendo que esa es la realidad, al final mueren solos y abatidos en el vacío mas amargo y absoluto.
Yo no soy una persona religiosa pero creo en los profundos valores del amor espiritual, Dios para mi es puro amor, un estado latente de felicidad, creo que se puede creer en Dios y no ser religioso y también creo que se puede ser religioso y vivir en el amor, es tan fácil como ser justo y generoso con tus semejantes y con todo lo que la existencia nos proporciona.
Por encima de cualquier riqueza material está la felicidad que solo puede proporcionar los valores morales que ofrece el amor, cuando la persona es consciente de la verdadera  realidad que solo el amor mas profundo puede desvelar comienza el viaje hacia la felicidad.
Es muy justo que una persona que haya trabajado duramente  o incluso heredado viva una vida cómoda, nadie puede reprochar eso pero es aún mas justo que esa persona ayude con una mínima parte de sus riquezas a los que de una forma temporal están en situaciones injustas provocadas por la escasez económica.
Recuerden que esta vida es temporal y que en lo efímero se puede recoger fruta dulce y madura o simplemente fruta amarga, cuidando el espíritu del presente generas la felicidad  del futuro.
Creo que cada uno de nosotros traemos desde que nacemos una misión y esta puede ser muy variada pero todas tienen un punto en común el amor,por eso tenemos que dejar la huella de la justicia en todo lo que hacemos,de esta manera cuando dejemos esta vida lo haremos en armonía con nosotros mismos y con el propio Dios.

                                       

En nuestra vida diaria a cada instante tenemos la oportunidad de crear un  mundo mas justo.